Mire a mi alrededor, planeando mi entrada victoriosa, pensé que te podría salvar. En eso, unos brazos me rodearon. "Saquenla de aquí" grito un hombre. Y yo, yo me quería quedar al lado de la casa, a tu lado. Traté de zafarme, pero no pude. Con mis brazos y piernas comencé a atacar a mi salvador. "Quedese quieta". Me sentaron, y agarrandome los brazos me miró fijamente a los ojos "¿Hay alguien adentro?" preguntó.
Y sólo en ese momento vi nuestra casa, esa que pintamos como tu querías, envuelta por el fuego, destruyendonse frente mis ojos. Me quemaba el cuerpo al moverme, respirar, incluso abrir los ojos. Pero me dolio más no poder hablar "Est... mi ....o". "Mi garganta ¿Que le pasa?". Y justo en ese momento mis ojos soltaron lagrimas, no por el humo, sino por la rabia que me comía el pecho. La desesperación de que no me dejarán ir a buscarte. "Alguien vaya por él porfavor" "Al... ya... el! Po.f..vor!". No me entendía, y yo, yo que había gritado al inicio ya no podía más, quería desmayarme. Pero corrí, todo el dolor de mi corazón había superado mi cuerpo y el de mi protector, escape y corrí hacia ti. Nunca pensé que tratarían de detenerme de nuevo. Y, sin notarlo, un gran peso se abalanzó encima mío, y lastimo mas que mis costillas. Pero no me importo, y con el último gran aliento y mi última esperanza viva.
"¡Está dentro!" grité. Pronto mi sugetador dijo en voz alta "¡¡Hay alguien adentro todavía!!" sacando su peso de mi cuerpo, pero no me dejo ir. Vi gente corriendo y el fuego consumiendo lo último de nuestra casa. Y con eso el cerrar de mis ojos y el vacío extendiendose en mi consciencia.......
No hay comentarios:
Publicar un comentario